Año: 1956
País: Cuba, México
Género: Ficción
Tiempo: 90’
Color: Color
Productora: Compañía Cinematográfica Mexicana
Producción: Octavio Gómez Castro, Alfonso Morones
Dirección: Juan José Ortega
Guión: Juan J. Ortega
Argumento: Tulio Demicheli
Fotografía: Jorge Stahl (hijo)
Operador de cámara: León Sánchez, Enrique Bravo
Música: Gustavo César Carrión
Edición: José W. Bustos
Sonido: Manuel Solé, Galdino Samperio
Escenografía: Roberto Miqueli
Reparto: Luis Aguilar, Rosita Fornés, Armando Bianchi, Luciano de Pazos, Carmen Guasch, Mario Martínez Casado, Juan José Martínez Casado, Manela Bustamante, Idalberto Delgado, Banda Gigante de Benny Moré, Olga Guillot, Armando Soler, Trío Edén, Hermanas Lago.
Sinopsis
El encuentro en La Habana de dos artistas de cine, contratados para filmar una película, es explotado por el agente de publicidad que inventa un romance entre ellos. Al caer en la trampa y enamorarse de verdad, surge la complicación de que él es casado. Se presenta la esposa que no reclama nada, pero le cuenta su vida a la actriz y ésta se conmueve. A su vez el actor le dice que sólo ama a su esposa. Se despiden fingiendo ella que nunca lo ha querido. La mujer escribe al marido ofreciéndole su libertad, pero él no la acepta y vuelve a ella, guiado por un sentimiento de bondad.
Comentarios
APRECIACION ARTISTICA: Tema banal y sumamente común, desenvuelto con un pobre ritmo cinematográfico y agravado por las fallas del guión. Interpretación defectuosa. La fotografía posee gran nitidez y la música es agradable. MEDIOCRE.”. (Guía Cinematográfica 1956-57).
“No me olvides nunca, rutinaria como la mayoría de los títulos del artesano Ortega, vacila entre dos géneros: la comedia inicial y el melodrama desaforado que termina por dominarla; no obstante, los diálogos escritos por Demicheli son menos insulsos que los de otras “películas mexicanas”, como reza el crédito final. García Riera anotó que el director y, por ende, el guionista, no supieron cuál mujer adjudicarle al protagonista. Todo descansa sobre las actuaciones más o menos convincentes de los intérpretes y los excelentes números musicales. “Luis, que no era un Arturo de Córdova ni mucho menos, logró sacar adelante el papel y la película gustó”, declaró al cabo del tiempo Rosita Fornés, quien añadió: “No me olvides nunca vino a ser la última película que rodara con productores mexicanos. Ese título fue premonitorio, pues llevaba en sí el deseo, más bien el anhelo, de que el pueblo azteca no se olvidara nunca de mí…” (Arturo Agramonte, Luciano Castillo. Cronología del cine cubano IV, p 249).
Bibliografía
Arturo Agramonte, Luciano Castillo. Cronología del cine cubano IV. Ediciones ICAIC, 2016, pp 247-248
María Eulalia Douglas. Catálogo del cine cubano 1897- 1960. Ediciones ICAIC, 2008, p 208